La creación de playas caninas en España debería de resultar relativamente sencilla dado el número de kilómetros de costa que hay pero claramente no es así: en Andalucía, por ejemplo, hay una normativa del siglo pasado (literalmente) que impide crear playas caninas en zonas aptas para el baño de las personas.
En el resto del país ese no es el escollo: a veces, muchas, es falta de voluntad política que condena a las familias con perro a las peores ubicaciones posibles, otras son las Banderas Azules, otras el pequeño descuido de no pensar en el bienestar de los perros y a veces pues... lo que ha pasado en Tarragona.
El espacio para perros en el litoral de Tarragona está, normalmente, en la Platja del Miracle pero en 2025 no se ha podido habilitar por obras en la zona,según informaron desde el consistorio.
Por eso se ha habilitado un nuevo espacio en la Platja Llarga y ahí es dónde ha comenzado la polémica. Y con razón.
Volvemos a colocar la foto de nuevo aquí a ver si detectáis cuál es el problemilla que han denunciado muchos usuarios y también desde ERC Tarragona:
Pues eso, que han creado un recinto en la playa pero SIN acceso al agua de forma que las personas con perro han de atravesar una zona de la playa que, en teoría al menos, no está destinada a estar con perros.
ACTUALIZACIÓN: Nos cuentan que han abierto puertas en el acceso al mar también.
¿Cómo os quedáis? Evidentemente es mejor que nada, sin duda, pero... ¿a nadie se le pasó por la cabeza que vallar un área sin acceso al mar no era la mejor opción para una playa canina? Posiblemente pensaron que cortar la playa no sería razonable pero ¿quizá eso les debería haber hecho replantearse la ubicación del área para perros o la forma en la que la han delimitado?
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