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"Hay que normalizar ver a un perro en silla de ruedas": la experiencia y los consejos de la humana de Otto el Piloto


Última actualización del articulo el día 28/04/2025

Otto es un perro feliz que trota como un loquito veloz, ¡especialmente si hay comida de por medio! Los últimos tres años, muchas de esas carreras han sido posibles gracias a su silla de ruedas porque Otto se quedó paralítico de un día para otro cuando tenía 9 años.

Sucedió sin aviso previo, sin que hubiera tenido ningún accidente o problema de salud, de pronto perdió el uso de sus patas traseras. Su humana, Bibi, pasó un considerable calvario -y varias recomendaciones de eutanasia- hasta que pudo saber qué le había sucedido a su perroy entendió que pese a que había quedado paralítico, sí podría darle una buena calidad de vida.

Ahora Bibi y Otto, que siempre han sido "un pack indivisible", una pareja perri-humana inseparable, siguen trotando juntos por el mundo con toda la familia, con Javi y con Cala, la Galga también adoptada. Viajan siempre que pueden y aprovechan para concienciar sobre la vida con un perro paralítico, un perro que NO DA debe dar PENA sino ALEGRÍA,la misma que transmite Otto.

Es duro, muy duro escuchar lo mal que lo debió de pasar Bibi esos primeros días cuando no recibía más que malas noticias, poca información y aún menos ayuda por parte de diversos veterinarios.

Su experiencia con Otto es valiosa a muchos niveles, empezando por lo más básico: es importante evitar que algo así pueda volver a sucederle a nadie porque, además del trauma por el que ella pasó inicialmente, en ciertas lesiones medulares (como la enfermedad del disco intervertebral) es imprescindible operar al perro a la mayor brevedad, de urgencia, para que tenga más probabilidad de recuperarse.

Bibi no tenía información e, inicialmente, tampoco tenía a quién preguntar: ahora, entre otras fuentes, la comunidad que han creado en torno al (maravilloso y útil) libro Héroes sobre Ruedas es de gran ayuda para cualquier persona que esté en su situación. Y, sin duda, todo lo que ella ha ido aprendiendo con Otto puede ser un apoyo esencial para otras personas que se encuentren conviviendo con perros paralíticos, para que sepan que sí, pueden ser felices.

 

Por eso mismo su consejo ante esta situación es pensarlo bien e informarse bien. Si es necesario, que pida otra opinión a otro veterinario. Hay cada vez más recursos para perros paralíticos, incluyendo la que comparten sus compañeras escritoras de Héroes sobre ruedas, por lo que no hay que aceptar que este diagnóstico se convierta, automáticamente, en una sentencia de muerte.

 

¿Cómo es el día a día con Otto, en casa y en los viajes? 

Otto en casa va sin la silla, se arrastra, y por eso Bibi ha ido adaptando diversas superficies para que sean más cómodas para él, para que no se haga daño, y también para que sea más fácil limpiarpuesto que él no controla sus esfínteres, se hace caca. 

Ahora, con 12 años, se le puede escapar el pipí y por eso en casa lleva pañales pero, como nos cuenta Bibi, "tuneados" a su manera.

Cuando Bibi, Javi, Cala y Otto salen a tomar algo y se sientan en alguna terraza, ella va preparada: lleva un trozito de hule para que Otto se eche ahí y no se lastime. Y si se van de viaje juntos, conseguir que Otto esté cómodo, a gusto y limpio implica llevar un kit considerable, pero con la experiencia se convierte casi en una rutina, en algo automático. Aunque, sin ninguna duda, esto es así porque Bibi está siempre muy pendiente del bienestar de Otto. 

 

Otto se adaptó casi de inmediato a su silla, enseguida vio que así podía volver a ser autónomo y se lanzó a andar y correr como antes pero a otros perros les cuesta más. Lo que sí es imprescindible, recalca Bibi, es buscar sillas de calidad y que sean específicas, a la medida de cada can. 

 

Cómo habréis visto en su instagram, Otto no para y Otto no está solo, a su vera casi siempre está la Galga que adoptó su familia poco después de que Otto quedara paralítico, Cala. Ella le sigue hasta el fin del mundo y más allá :-)

 

La (gran) responsabilidad de convivir con un perro paralítico

Bibi y Otto han viajado todo lo que han podido y seguirán haciéndolo. Sobre todo por España pero también al extranjero, siempre que puedan ir en su furgoneta. Pero Bibi también ha dejado de hacer muchas cosas y muchos planes por cuidar de su perro.

Esto es también una realidad que no se debe pasar por alto. Convivir con un perro paralítico es una responsabilidad que ella asume de mil amores porque Otto es su perro, su perro del alma. 

A cada problema que pueda surgir, Bibi encuentra una solución, echándole optimismo, muchas ganas y también imaginación.

 

Por encima de todo está el amor perruno y todas las experiencias positivas que Bibi ha vivido gracias y con Otto. Como por ejemplo esta maravilla de sesión de fotos con Leticia Hernández o salir en la tele, en el programa de Patas Arriba.

 

Ese es su mensaje, lleno de risas y momentos compartidos: Otto es un perro muy feliz que contagia esa energía a quien lo conoce. Y es lo que Bibi quiere que llegue muy, muy lejos, para normalizar esta realidad y que no haya gente que pueda optar por la eutanasia por desconocer que los perros en silla de ruedas pueden tener una vida estupenda.

 

PD Con Bibi también hemos hablado de la peligrosa moda de los perros salchicha, los Teckel: son cada vez más ubicuos en España, muchas personas se dejan llevar por la estética y se decantan por comprar a un perrete de esta raza sin informarse previamente sobre la posibilidad de que puedan sufrir IVDD y quedar paralíticos.

 

 

PD 2 Esta es la maravillosa ilustración dedicada a Otro en el libro de Héroes sobre ruedas, un libro que os recomendamos encarecidamente porque es a la vez tierno y práctico, narra historias reales sobre cómo 25 personas afrontaron la convivencia con un perro paralítico. 

 

 

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