El profesor Kurt Kotrschal es, además de catedrático en el Departamento de Biología del Comportamiento de la Universidad de Viena, fundador y codirector del Wolf Science Center, parte de la Universidad veterinaria de Viena.
Lleva años estudiando la relación entre los humanos y los perros, su relación también con los lobos. Y su conclusión es sencilla y clara: la presencia de los canes junto a nosotros es realmente importante, cubren unas necesidades vitales para los humanos. De hecho, la conexión entre una persona y su perro llega a ser similar a la que se establece entre una pareja humana
"Los perros pueden ser socios particularmente valiosos para satisfacer las necesidades sociales humanas universales", explica Kotrschal."Las relaciones humano-perro están "esencializadas", carecen de las complejidades culturales y simbólicas de las relaciones entre los humanos. Pero la devoción de los perros no es incondicional; ellos juzgan nuestros estados de ánimo y conducta social y toman sus decisiones en consecuencia."
Los perros pueden aumentar la autoestima de sus socios humanos y son excelentes "lubricantes sociales", conectando a las personas.
La compañía del perro parece ser cada vez más importante en un mundo globalizado y digitalizado. Un ritmo de vida cada vez más acelerado puede no siempre proporcionar las condiciones necesarias para mantener a las personas física y mentalmente sanas. Vivir en buenas relaciones con los perros puede mantener a la gente conectada con sus necesidades sociales.
El profesor Kotrschal detalla en un reciente ensayo cómo la mayoría del comportamiento social, la cognición y la cooperación del perroson herencia directa del lobo y no surgieron en la domesticación, como se pensaba anteriormente.
"Los perros se han adaptado a las necesidades humanas de muchas maneras sutiles en el curso de la domesticación. Esto hace que los perros sean mucho mejores compañeros que los lobos domesticados. Los perros se socializan más fácilmente; están fuertemente sintonizados con las personas,respetan el liderazgo humano y son receptores superiores y donantes de apoyo social emocional.
Los perros diversificaron sus ladridos para comunicarse con los humanos. Pueden leer nuestras emociones y adaptarse a ellas de manera empática. Los perros son capaces de pensar como humanos, de tomar una perspectiva humana e incluso de engañarnos. No menos importante, comparten un sentido de equidad con los lobos y los humanos."
Si os interesa conocer más sobre las investigaciones y conclusiones del profesor Kotrschal, hay una extensa entrevista con subtítulos al castellano de una de sus visitas a España.