
Las personas y equipos que se dedican a rescatar a perros perdidos, muchas veces animales muy asustados y desorientados o que han sufrido maltrato a manos de algún ser (in)humano, utilizan todo tipo de estrategias, pasando por dejar comida a lo largo de muchos días en zonas donde pudiera estar el perro, comida dentro de jaulas trampa...
En este caso optaron por una alternativa olorosa diferente... ¡los calcetines usados de su humano, un anciano de 93 años!!
Norm Feigenbaum estaba desesperado sin su perra, sin Sunny, una labradora de 7 años: al parecer ella escapó tratando de seguirle cuando él salió a hacer la compra.
Enseguida contactó con un equipo de especialistas en la búsqueda de perros perdidos y ellos entraron en acción: colocaron carteles por todos lados, corrieron la voz en redes sociales, buscando sin cesar en os alrededores...
Pasaron los días sin ninguna novedad hasta que alguien les alertó de dónde podría estar Sunny: un área enorme y, además, extremadamente peligrosa puesto que allí había numerosos coyotes.
Cámaras, comida, jaulas trampa, paciencia, mucha paciencia y también un arma secreta... ¡los calcetines usados de Norm!
Gracias al rastro olfativo lograron el milagro. Sunny, que debía de estar muy asustada y también hambrienta tras estar casi dos semanas perdida en el campo, por fin se acercó lo suficiente y se metió en una jaula trampa.
La reunión con su humano es de lo más tierna y lo mejor es escucharle a Norm contando todo lo sucedido. Para él Sunny es familia y está dispuesto a enmarcar esos calcetines milagrosos :-)
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