La muerte de un perro puede ser, para muchos niños, su primer encuentro con un dolor que es extremadamente profundo y complicado de gestionar.
Es muy importante, dicen los expertos, responder a cualquier duda que puedan tener los más pequeños de la casa, permitir que se expresen a su manera y ajustar las explicaciones a su edad, para que puedan entenderlas.
En este caso, esta familia ha encontrado una forma de afrontar el duelo por la muerte de su perro que es incluso luminosa.
Turtle, el perrete, era el gran compañero de Ruby, Maeve y Clay: los tres adoraban al can que estaba siempre con ellos, en juegos, siestas, paseos...
Era parte esencial de la familia y cuando murió fue un mazazo. Los niños no sabían cómo mitigar ese dolor. Y entonces decidieron hacer una ceremonia para afrontar el duelo en compañía, para celebrar la vida de Turtle y todo lo que él significaba para ellos, junto a otras personas...
No hay, nunca habrá recetas infalibles para afrontar ese complejo proceso de duelo pero sentirse acompañado en momentos tan difíciles es, seguro, un apoyo esencial.
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